18 de junio de 2010

Huelga

Hace tiempo entré —por decirlo así— en una especie de huelga pictórica y ya no creo volver a pintar con la misma pasión de antes. Incluso, podría dejar de pintar para siempre. Sin embargo, y para mi propio asombro, esto no es algo que me preocupe demasiado; hasta lo estoy disfrutando sin experimentar mayor nostalgia ni sentimientos de culpa. Es un alivio no tener que demostrar nada y sacudirse esa horrible presión de "estar obligado" a hacer lo que me gusta hacer. Me reconforta saber que muchos pintores, músicos y escritores ya pasaron por estas y tuvieron vidas mucho más largas y felices que sus propias carreras artísticas. Lo que ahora quiero es vivir tranquilo y vagar por ahí sin grandes preocupaciones. Pero eso sí, sin alejarme demasiado, porque me cansa mucho estar lejos de casa.

2 comentarios:

  1. clara consciencia de que ir detras del hueso cansa.
    ser pintor es mucho mas que sr mrcenario
    no se crea por caer bien se pinta porque se tienee espiritu dentro, las palomas vulan no pa que les des de comer, VUELAN y ya
    el artista de verdad es igual que las palomas pinta y ya por el placer de hacerlo y porquee si no, no esta tranquilo.

    ResponderEliminar
  2. Yo tambien he intentado dejarlo varias veces, pero siempre vuelvo a caer. Quizá es que no se hacer otra cosa. Lo del tabaco ni siquiera lo he intentado.
    Graacias por el blog, lo he encontrado por casualidad y me ha parecido realmente interesante.
    Lluís

    ResponderEliminar