30 de diciembre de 2009

Sesenta años



Hoy que cumplo sesenta años recuerdo una vieja canción de Silvio Rodríguez que decía: ¿por qué se vive cuando se pasa de los sesenta? yo no lo sé, tendría que llegar allá. Pues yo, ya llegué, y si bien es cierto que es una edad poco usual para debutar en algo, espero —aunque suene algo ridículo— que me pasen, todavía, cosas extraordinarias y diferentes. Acepto de buena gana los deterioros, pero quiero seguir viviendo con ilusiones y empezar cosas nuevas. No creo que diga esto por tontería o inmadurez. Pienso, de verdad, que aún me queda mucho por hacer.

22 de diciembre de 2009

¿Y por qué no?



¿Y por qué no habría de volver la pintura abstracta? Ya alguna vez la pintura figurativa estuvo bien muerta —fue después del triunfo indiscutible de la abstracción—, y mírala ahora.

16 de diciembre de 2009

Izquierda

Ser de izquierda es bueno para la reputación, pero sobre todo, para el corazón.

11 de diciembre de 2009

Internet



Ya no podría vivir sin la interminable suma de información que hay en internet. Tampoco, sin consultar varias veces al día mi correo electrónico. Más que una necesidad —lo confieso— es ya una adicción, un vicio al que me he enganchado completamente. Vivo conectado en todas partes: en la casa, en la calle, esperando que pase algo especial, importante. Pero nunca sucede nada extraordinario y las noticias sólo van llegando poco a poco, en episodios, sin que jamás haya un final claro, rotundo.

6 de diciembre de 2009

La palabra sólo es un murmullo

Siempre trato de hablar y escribir correctamente, pero no siempre puedo ¡Que difícil es decir bien las cosas! Tanto como querer hacerlo con coherencia. Hay cosas que no se pueden expresar como uno quiere, quizá por la propia naturaleza del lenguaje que es mucho más complejo y misterioso de lo que parece. La palabra —aunque tiene un evidente poder esclarecedor— sólo es un murmullo que esconde una gran cantidad de trampas inevitables y peligrosas.

1 de diciembre de 2009

Resumiendo



Podría resumir mi trayectoria en pocas palabras: libertad, experimentación, y últimamente, cuando creo que mejor lo he estado haciendo, cierta carga intelectual y aburrimiento.