Escribo sobre mi pintura para acercarla a los demás. También para apuntalarla, quizá por miedo a ser juzgado como un artista sin discurso, sin concepto.
Como pinto, escribo. Arbitrariamente. Pero intento hacer ambas cosas interpelando a la razón y a la emoción. Al pintar, lanzo caprichosamente los materiales sobre el soporte. Después, busco darles un sentido, lo mismo hago con las palabras. En ambos casos, no me preocupa demasiado el resultado.
Querido Jordi,
ResponderEliminarllevo algo más de una hora paseando por tu blog; el tiempo exacto que hace que descubrí tu obra plástico-literaria.
Es desarmante tu digna generosidad y, sobre todo, tu sinceridad procesal.
Muchas gracias por hacerme sentir, desde hoy, orgulloso continente de semejantes privilegios intelectuales.
Salud, amigo.
Jack Babiloni.