Los políticos deberían aspirar a la verdad, no solamente a convencer. Hay que ser críticos con ellos, pero también objetivos. La realidad es compleja y no siempre debemos anteponer la crítica al conocimiento; con esto quiero decir que nuestros juicios y acciones deberían sustentarse en una mayor reflexión. Lo que está claro —y no tengo ninguna duda— es que los políticos piensan mucho más en su futuro que en el futuro de todos… la verdad ¡ya estoy harto de ellos!