El arte se ha convertido en algo demasiado intelectual. Ojalá pudiéramos mirar sin prejuicios, ni explicaciones. Entiendo la obsesión colectiva por el concepto, pero a mi aún me gusta el arte que entra por los ojos, que invade la retina; que apasiona sin rollos ni teorías. Sólo viendo este tipo de expresiones me dan ganas de pintar. Definitivamente, soy anticuado.
Una observación atractivamente pleistocena.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en el sentir.
Pues vivan los anticuados! Yo también lo soy!
ResponderEliminarSin embargo, mucho o casi todo lo que haces tiene que ver con el concepto, con la teoría. No recuerdo una serie pictórica tuya sin concepto, sin una sustentación,...aunque sé que primero pintas y luego razonas, tal vez esa sea la diferencia.
ResponderEliminarUn beso viejito anticuado.
Tu Esmeralda
Pienso yo, cosa que a veces hago, y en lo que voy adquiriendo práctica (a lo de pensar me refiero), que si el Arte se tuviera que razonar, demostrar mediante teorías o demostrar, pues que dejaría de llamarse ARTE, para llamarse ciencia.
ResponderEliminarQuizás es que debo pertener al mismo club de anticuados, pero el arte es eso... ARTE.
Saludos
Nada!!!
ResponderEliminarBienvenido al club, entonces de los anticuados, pero te advierto que somos muchos los librepensadores que asentimos tus palabras.
Besos.
Tengo la sensación de que coincido.
ResponderEliminarUn abrazo a la antigüita, aunque sea virtual.
Sergio Astorga
Hoy a todo se le puede poner el San Benito de anticuado, pero todo es según los ojos que lo miran, me encanta comerme un buen libro y saborear un precioso cuadro, si estoy anticuada,jajaja, que viva lo anticuado!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu blog, también el otro.
Un beso
Soy pitusa o gata negra, como desees llamarme
Comparto completamente tu teoría... no me gustan para nada las teoría gafapastiles de los "intelectuales"
ResponderEliminardirty saludos¡¡¡
Hola Jordi, blogeando y blogeando he llegado aquí. Vaya, creo que lo esencial es ser fiel a uno mismo, a las propias motivaciones, convicciones y vocaciones. Y si no estás ni ahí con intelectualizar tu obra ¡¡¡ bien, tú eres el artista !!! y si lo abstracto sigue siendo lo que más empatiza con tu alma y con tu oficio, aquello no suma ni quita a la obra misma. Dejarse SER y dejar SER a tu creación.
ResponderEliminarSi bien yo soy antes que nada una teórica y, en definitiva, todo es interpretación... viene a ser un juego abisal y propulsor aquello de la imagen y la palabra (para mí). Más sólo eso. Como tú, creo que en la calle y la naturaleza está el arte y la creación siempre palpitando y, a pesar de que me dedico a la crítica y me gusta escribir sobre la pintura que otros y otras crean, jamás olvido que lo que yo o cualquiera pueda teorizar sobre la obra, en rigor, está demás. Já, já, un extraño oficio... bastante "inservible" y gratuito... y, desde allí... bastante artístico.
Bueno, la escisión o no escisión entre teóricos y plásticos es un temazo de siempre y da para mucho y para largo. También grandes maestros como Kandinsky fueron grandes teóricos y la crítica, a mi entender, es siempre buena en todo ámbito de la vida, también en el arte. (Punto aparte sería el asunto de lo desvirtuado que está el concepto "crítica")
Bueno, no lateo más. Un saludo fraternal desde el confín austral...
Entonces yo también soy anticuada. O no. Quizás somos los nuevos modernos, que nos gusta disfrutar del arte que no necesita ser explicado para provocar emociones...
ResponderEliminarEs un honor que te hicises seguidor de mi blog, saludos desde barcelona!
ESAU RUIZ.
ResponderEliminarSaludos Jordi,
Cuando Duchamp intentó lo del urinario la idea era eliminar barreras con el espectador, decirle que su mirada es la que hace a la pieza. En vez de los románticos que decian que el proceso de crear arte era divino, incomprensible.
Luego lo de Duchamp se vino a complicar tanto con tanta construcción de lenguajes y de códigos que a final de cuentas resultó la misma.
Saludos desde la Ciudad de México.