3 de junio de 2009
Pasaporte
—Se nos cayó el sistema —dijo el funcionario público de la oficina de Relaciones Exteriores justo en el momento en que me iban a entregar mi pasaporte después de un larguísimo y kafkiano proceso de trámites que duró casi año y medio.
¿El sistema nervioso central? —Pregunté yo. Y el burócrata se sintió ofendido.
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Los burócratas siempre se sienten ofendidos, para eso están. Al menos en España, la burocracia nos invita a un desorden desesperante de firmas, papeleos y prórrogas de meses entre idas y venidas para solucionar cualquier inconveniente. Personas que odiamos que un pequeño detalle nos lo expliquen en quince folios; y para colmo de los colmos que falle el sistema operativo en el trabajo.
ResponderEliminarSistemas de curso legal......; se supone. Y es que nos obligan a pasar de todo, y ser ilegales, informales.
Ganas entran, desde luego.
Haya paz, otro saludo.
O será que no entendió tu comentaario.
ResponderEliminar;)
Hi ha veritats absolutes que ofenen :)
ResponderEliminar¨...hoy como caliente pago mis impuestos tengo pasaporte...¨
ResponderEliminarPues tendremos que irnos de paseo, de vagos, tirando lo que nos pesa, cantando las rolas de Joaquin Sabina, y por supuesto, sacarle provecho a ese cartoncito verde que nos traía jodidos.
Tu Esmeralda
A todos se nos cae el sistema incluso al Sistema se le cae el sistema cuando se descuida, aunque por desgracia siempre acaba levantándose de nuevo. Debe ser que tiene buenos informáticos.
ResponderEliminarQué poco tacto, Jordi :D
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