Mateo Pittore I*

Pintor autodidacta de visión espontánea y compleja imaginación. Suscitó escandalosos juicios reprobatorios de la crítica de su tiempo que nunca le comprendió. La afición que desde niño tuvo por las texturas pastosas, le hizo crear una obra paradójica, de brutales matices y difícil digestión.

Su contagiosa prolijidad dio lugar a una importante renovación técnica por la utilización de materiales insólitos, hasta entonces despreciados. Su pintura sorprende tanto como sus inspirados textos, claros y poéticos. Este involuntario artista, logró —aún en medio de una exaltada turbulencia de espíritu— teorizar sobre la pintura a través de iluminados aforismos como los siguientes:

{Pintar es un acto de rebeldía. Un pintor es un rebelde, pinta porque lo que le rodea no le gusta y necesita cambiarlo. Debe de ser rebelde, y si no, mejor que no pinte}

{Pintar demasiado hacen los amores}

{Se pinta para ser visto}

{Lo que se pinta le pertenece a todos. A su autor, sólo le honra o le denigra}

{Hay que pintar por la alegría de pintar}

{Pintar es ser testigo de las cosas, es pensar a través de la pintura}

{La pintura siempre ha vivido momentos de confusión}

{La única manera de pintar es cuestionando lo hecho y pintando lo que no se ha pintado antes}

{Pasa con la pintura lo mismo que con todo, que el éxito se confunde con la calidad}

{Para pintar, la fama puede ser un inconveniente. Es imposible pintar expuesto al público}

{La pintura es una apuesta a todo o nada}

{Las únicas obras que valen la pena, son aquéllas que conmueven}

{La verdadera fuerza de un pintor resulta de su instinto imaginativo. Cuando se apuesta por la imaginación las cosas siempre salen bien}

{La voluntad es la primera señal de talento artístico. La segunda, la magia}

{No pinto para explicar, pinto para comprender}

{La mayoría de las cosas en pintura suceden en la penumbra, entre lo claro y lo oscuro}

{A pintar se aprende pintando, y a veces, ni así}

{Es mejor pintar que hablar de pintura}

* Versión corregida de un fragmento de El Falso Facsimil de la Historia Poética y Fabulosa de Panlocus, Jordi Boldó, 1998. El texto original está disponible en jordiboldo.com, apartado: Textos/Panlocus.