1 de octubre de 2014

d6

Viajar sirve para levantar mugreros y hacer inventario. Siempre que me siento un poco cansado o vacio, necesito vagabundear y escarbar en mi profundidad para volver a ordenar mis rumbos; para reencontrar un lugar —siempre provisional— en el mundo. Sigo de paso, como las aves. Nada me reconforta tanto como una buena soledad. A fin de cuentas, es casi imposible entender lo que no existe, y por eso lo mejor es que ya no le digamos mentiras a los niños.

2 comentarios:

  1. La buena soledad es en si, la compañia con nosotros mismos y es realmente hermosa cuando se percibe y experimenta.
    Besos Barbas

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  2. Está bien una reserva de soledad en la vida. Este tiempo dedicado a ella ha de ser voluntario conscientemente, como tu bien dices... la otra soledad agobia... a mi 'm'atabala'...

    Abraçades Jordi

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