24 de agosto de 2014

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Nada hay tan grave entre quienes se quieren de verdad que no pueda arreglarse con palabras honestas y cariñosas. Hay quienes son esclavos de la falsedad y la intransigencia del lenguaje. Cuestión de valores; el amor es más importante que el poder, la imaginación que la realidad, y el futuro importa más que el pasado, pero menos que el presente. No vuelvo a molestarte, ni siquiera jugando; no quiero que vuelvas a decirme: “ya cálmate, pinche perro”. Sólo lamento no haberme vuelto a casar contigo en el Atrio de los Olivos del Convento de Santa Ana de Tzintzuntzan (Lugar de colibríes).

1 comentario:

  1. En mi mente tengo grabado esos olivos, iré allí cada vez que no concilie el sueño. La imaginación funciona para recrear y cambiar la realidad, e imagino casándonos también en ese "Monasterio de los Olivos".De mente dispersa pero con el corazón en el mismo lugar.
    3+4
    Atte: Pajarito

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