
Siempre trato de guiarme por la verdad. Casi nunca miento, quizá exagero un poco, sólo un poco, para
hacer más interesantes las cosas. Y si miento, tampoco lo hago a propósito,
sino en defensa propia, orientado por un poderoso instinto protector. Todos, en cierta
forma, nos conducimos siempre entre lo cierto y lo falso.