17 de mayo de 2010
Ser pintor
Con los años mi pintura se ha vuelto menos lírica y abstracta. Poco a poco se ha “intelectualizado” y, quizá por ello, ha dejado de hacerme tan feliz como al principio. El caso es que me he venido separando paulatina y voluntariamente de la pintura, sencillamente, porque ya no me hace tanta ilusión, al igual que muchas otras cosas que tampoco percibo con el mismo entusiasmo romántico de hace unos años. Sin embargo, en mi desencanto, he ido encontrando otras cosas importantes que refuerzan mi gusto por vivir. Hoy pinto lo justo, sin exagerar, para ir tirando, y procuro alejarme de las prácticas intoxicantes que tiene esta profesión. No me preocupa el éxito ni la permanencia, y trato de conservar —hasta donde me sea posible— la emoción original. Procuro, además, marcar con claridad, una línea entre lo artístico y lo personal. Es importante disfrutar la vida, y para eso, debemos aprender de nuestros propios procesos, cosa que depende exclusivamente de cada uno de nosotros.
Ser pintor es algo agotador. Hay que ser apasionadamente inquieto, entusiasta, valiente y curioso; creer ciegamente en lo que se hace. Ser paciente, trabajador y conservar la inocencia. Producir con concentración y humildad, tener la virtud de quien se olvida de sí mismo —de su hambre, de su sed. Mirar siempre como si se estuviera aprendiendo a mirar por primera vez. Recorrer un mismo camino varias veces y en todas las direcciones; buscar algo donde no haya nada. Y, además, tener la extraordinaria fortuna de atinar, de encontrar después de mucho tiempo, una voz, una imagen propia, que diga algo, que interese, que provoque, y que suscite en quien la vea —si esto no es ya mucho pedir— una emoción inolvidable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"Mirar siempre como si se estuviera aprendiendo a mirar por primera vez" Me encanta el orden que usa con las palabras <3
ResponderEliminaruna descripció increïblement precisa, segurament perquè la fa algú acostumat a mirar, a mirar-se. La pintura, com moltes arts, exigeix molt, probablement ho exigeix tot i, segurament, és un preu molt alt que pagueu.
ResponderEliminarHola Jordi
ResponderEliminarAyer, después de tirar un trabajo a la papelera, pensaba en lo que me gustaría dejar de pintar y dedicarme solo a lo que me apetece, sin tener ninguna responsabilidad conmigo misma en terminar decentemente mis trabajos, sin pensar que me faltan horas en el día, sin desesperarme cuando no me salen las cosas bien, sin tener ese afán de aprender cada vez más... es cierto que es agotador.
Pero ahora mismo ya me corre prisa dejar el ordenador para coger mis pinturas, porque lo necesito para que mi mente funcione con normalidad, porque la emoción de un trabajo acabado es indescriptible.
Espero no perder nunca la perspectiva de saber dónde están mis límites. Un saludo.
siempre es un placer leer tus pensamiento
ResponderEliminarPRIMERA VEZ QUE LEO ALGO ASI.
ResponderEliminarME IMPACTO LA MANERA EN COMO ESCRIBES Y DAS LA PAUTA PARA PODER IMAGINARSE DE VERDAD LO QUE ES SER UN GRAN PINTOR.
QUE BUENOS PENSAMIENTOS1
Que acertado!
ResponderEliminarQue bueno poder encontrar estas lineas para el entendimiento de este oficio.
Gracias
Creo que cualquier carrera artística requiere de esas cosas que citas... olvidarse del hambre y la sed, sí, entre otras cosas, casi te diría que cuando creas ya no eres tú sino tu creación misma. Es algo similar a la meditación.
ResponderEliminarUn saludo