Si no puedes con la rutina, o
simplemente no te gusta lo que ves, intenta mirar a otro lado; a veces
funciona. Seguir un plan que nos trazamos es importante, pero mucho más,
reconocer cuando debemos apartarnos de él. Todo exceso de realidad es malo para
la salud; preocuparse de más, también. No hay duda de que si te distraes te
pasan por encima. Para mantener a raya al amargado
que todos llevamos dentro, lo primero es barrer la casa, y lo segundo, saber
estarse quieto antes de actuar. Muchas veces es mejor caminar en sentido
contrario de lo que se piensa.
Ni mucho ni poco, ni blanco ni negro. Fluir, relajarse pero estar alerta y antes de barrer la casa es mejor empezar por tender la cama, sacudirla y no olvidar mirar el naranjo a donde llegan cientos de pajaritos a iniciar su rutina diaria trazando la misma ruta día tras día, aunque aveces, estoy segura, ellos también buscan otros horizontes.
ResponderEliminarBesos Barbas